Una mezcla entre revestimiento de pared y mueble a medida
realizado a base de costillas de madera contrachapada de abedul
convierte una pequeña habitación de una vivienda privada en Chelsea
en un espacio de trabajo innovador y funcional.
El diseño incluye un escritorio, zonas de almacenamiento de libros y material de oficina
así como un espacio para la impresora y la trituradora de papel.
Además se estudia como ocultar todos los cables de ordenadores
evitando así el desorden innecesario que estos generan en las zonas de trabajo.
A través del corte de los tableros contrachapados
mediante un sistema de control numérico
se consigue un diseño escultórico y dinámico a la vez que discreto,
son los pliegues y curvas en la superficie de madera
los que conforman todos los espacios requeridos en una oficina sin necesidad de añadidos.
El único elemento que rompe la uniformidad del revestimiento son
unas pequeñas piezas de la misma madera que se colocan transversalmente a las costillas
conformando un sencillo mosaico que representa un mapa del mundo
y que permite al propietario planificar sus viajes.
Las puertas de registro de los espacios que funcionan como armarios
están integradas dentro del mismo revestimiento de costillas
e iluminadas internamente mediante leds,
de forma que cuando se encienden dan la sensación de cajas flotantes
sobre la superficie de madera.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
MMMNNNnnn...